Mi nombre es David, y soy poeta Habito en el cuerpo de un hombre vulnerable cuyas fallas casi siempre dejan heridas y resulta evidente de que todo lo que soy sin arrebatos ni pertenecías acumuladas sin rituales ni envolturas ajenas cabe en la cama donde duermo Toda mi vida fluye por mis venas al igual que fluye mi sangre medicada y el dulce sabor de una lealtad amorosa Cabe en mis intestinos y en mi hígado en mis cicatrices y en mi almohada que cuida de mis sueños Y no me enfado por la delgadez de mi rostro porque todos mis latidos desde los primeros hasta los de hoy siempre han sido solidarios con mis ganas de vivir David Salazar
poeta peninsular